La cría de vacas lecheras debe tener en cuenta la importancia de su comportamiento natural. Nuestra gestión moderna de la producción: alojamiento, salas de ordeño, comederos… nos ha permitido disminuir las tareas difíciles para los ganaderos y, al mismo tiempo, controlar muchos parámetros de rendimiento. Sin embargo, el confort diario de la vaca lechera debería ser uno de los primeros parámetros en los que deberíamos centrarnos. En efecto, la expresión del comportamiento de las vacas dice mucho sobre su nivel de bienestar, que es un elemento imprescindible para el rendimiento.
Particularidades de las vacas lecheras
El comportamiento de la vaca lechera y su productividad están relacionados
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12 a 14 horas/día de sueño/descanso;
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7 a 10 horas/día de rumia;
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3 a 5 horas/día de alimentación;
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2 a 3 horas/día de socialización;
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5 horas/día para beber y
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de 2,5 a 3,5 horas/día de ordeño y paseo.
Las vacas lecheras necesitan realizar una lista de actividades durante el día para su propio bienestar y también para la producción de leche.
Una correlación directa entre el tiempo de descanso de la vaca lechera y su productividad ha sido estudiada por Grant et al. (2004). Se admite que cada hora adicional de descanso se convierte en 0,9 a 1,6 litros de leche.

Figura 1. Relación entre el tiempo de descanso y la producción de leche (de Grant, 2004)
¿Qué acontecimientos provocan cambios negativos en el comportamiento de las vacas lecheras?
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Tiempo de reposo
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Tiempo de rumia
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Actividad
Además de la ayuda de las herramientas informáticas, también podemos dedicar tiempo a observar el rebaño cada día, idealmente a primera hora de la mañana, antes del primer ordeño. De este modo se pueden controlar las interacciones sociales, la locomoción y el comportamiento postural.
El mecanismo de respuesta al estrés
Las vacas lecheras se enfrentan a eventos estresantes inevitables que activan una respuesta innata al estrés. El patrón de lucha o huida desempeña un papel fundamental en el modo en que las vacas afrontan los factores de estrés de su entorno. Los mecanismos implicados preparan al animal para luchar o huir de la situación.
Además de proporcionarles todo el confort posible mediante el alojamiento, la alimentación, el suministro de agua o el manejo, otra solución es mejorar su capacidad de adaptación, ya que el entorno de las vacas cambia constantemente.
Actuar directamente donde comienza la respuesta al estrés: en el cerebro, lo hace posible. Se ha probado una solución innovadora basada en un extracto específico de cítricos en varias condiciones de producción con resultados interesantes.
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Reducción del comportamiento agresivo en el momento de la alimentación: Se ha observado una ingesta de alimento más homogénea y una menor agresividad entre los compañeros de corral durante la alimentación, incluso con una alta densidad de población. Se han observado adaptaciones de comportamiento similares en un estudio más reciente llevado a cabo en vacas primíparas tras su agrupación.
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Tiempo de actividad y descanso: Durante un ensayo con 2 grupos de vacas (duración =18 semanas), el número de pasos diarios disminuye significativamente en un 38%. Como consecuencia directa se ha mejorado la producción de leche: +2 litros/vaca/día.
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Tiempo de rumia: Otro estudio realizado en la Universidad de Davis también midió que el tiempo de descanso de los animales supera el 28%. Por lo tanto, el uso de esta solución en las vacas hace que puedan descansar más y rumiar mejor con consecuencias positivas en la producción de leche y la eficiencia alimentaria, mejorada en un 7%.

Figura 2. Tiempo de descanso de las vacas lecheras alimentadas con la solución a base de extractos de cítricos (CE)
La monitorización del comportamiento permitió demostrar los beneficios de la modulación de la actividad de la amígdala y el córtex prefrontal, que son dos áreas cerebrales implicadas en la respuesta al estrés. La solución a base de extractos de cítricos aumenta la capacidad de recuperación de los animales. En las vacas lecheras, el uso de este suplemento puede ser interesante, ya que ayuda a las vacas a ganar bienestar y, en consecuencia, a expresar una mejor producción.